Mitología germano-nórdica (XI)

30, julio, 2007 at 6:23 pm (Vikingos)

MAGNI (El Fuerte): hijo de Thor y de la giganta Jarnsaxa. Cuando Thor ha matado al gigante Hrungnir, éste cae y uno de sus pies queda sobre el dios, que no puede liberarse. Magni, que tiene tres años, es el único capaz de liberar a su padre, que le ofrece, como recompensa, a Gullfaxi, el corcel de Hrungnir.

MANI (Luna): Mani es el dios que rige la luna. El vocablo es un masculino. Es posible que el dios haya sido un gigante. Es hijo de Mundilfari y su hermana es Sol (el sol). En el cielo, es perseguido por el lobo Hati, apodado «Engullidor de Mani». Según una tradición, los Ases colocaron a Mani en el cielo para poder contar los años (cf. Hombre en la luna). Según otro testimonio, cuando Mundilfari entregó a Sol en matrimonio a un hombre llamado Glenr, los Ases se enojaron por ello y colocaron a ésta en el cielo con Mani. Desde entonces, Mani dirige la carrera de ese astro y rige la luna nueva y el último cuarto (cf. también Bil y Hjuki).

MANNUS: según Tácito, es el hijo de Tuisto, el ancestro mítico de los germanos. Corresponde a Manu en la cosmogonía védica. Mannus tiene tres hijos, de quienes descienden los ingvaeones, los herminiones y los istvaeones. De estos nombres, podemos deducir que sus hijos se llamaban Ing(vi), que corresponde al dios Freyr, Hermin/Irmin e Istvi. Este árbol genealógico es paralelo al de los antiguos escandinavos. Buri, salido del hielo, se convierte en padre de Odín, Vili y Ve.

MAR (v. isl. mará, v. ing. mare, al. Mahr): el o la mar es un demonio de la baja mitología germánica, que aparece en el francés cauche-mar y el inglés night-mare (pesadilla). Al otro lado del Rhin, fue substituido por el elfo (Alp, Elbe) y la pesadilla se denomina Alptraum o Alpdruck, «sueño élfico» o «presión del elfo». En el mundo romano, es una criatura que oprime el pecho del durmiente —ital. pesurole, port. pesadela. El o la mar, Trud(e) en Alemania del sur, es una entidad compleja: puede ser el espíritu de un muerto malhechor o descontento con su suerte y que intenta vengarse, o el doble (alter ego, hamr) de un individuo —mago o bruja con frecuencia—, o también un maleficio. En las tradiciones populares, la mar (aquí se trata esencialmente de mujeres) designa a una mujer cuyo espíritu o cuya alma, el doble de hecho, abandona el cuerpo durante el sueño; no hay que tocar en modo alguno a la persona dormida y cambiarla de lugar; de lo contrario el espíritu no podría regresar y moriría. En el siglo XV en Francia, se creía que las pesadillas (quauquemaires) eran hijas de los hombres que tenían el don o la maldición de convertirse en lobos. Cf. Hamr y Werwolf.

MARDÖLL: uno de los nombres de la diosa Freyja. Implica la existencia de una relación entre la diosa y el mar (mar), y significa tal vez: «la que ilumina el Mar.»

MARTE: en la interpretación romana de las divinidades germánicas, Marte designa a Tyr (v. al. Zio), cuyo nombre encontramos en Martes (martis dies), en inglés: tuesday: «Día de Tyr». Varias inscripciones votivas que datan de los siglos I al V de nuestra era han sido descubiertas y demuestran que la equivalencia Marte-Tyr puede ponerse a veces en duda. Si es exacta en Marte Thingsus, es dudosa en Marte Halamardus.

MEGINGJÖRD: cf. Cinturón de Fuerza.

MENGLÖD (Que los collares alegren, o Adornada con el collar): hipóstasis de la diosa Freyja o, tal vez, la propia diosa. Menglöd vive en la estancia Hyr, que se halla en el Monte de los Remedios (Lyfjaberg) y está rodeada de llamas. El gigante Fjölsvinn defiende la entrada de su reducto; a veces, dos perros son sus guardianes. Menglöd tiene a su servicio nueve vírgenes: Protección (Hlif), Ardiente para proteger (Hlifthrasir), Guardiana del Pueblo (Thjodvarta), Brillante (Björt), Pálida (Bleik), Alegre (Blid), Bella (Frid), Paz/Merced (Eir), Roca de grava (Aurboda). El joven Svipdagr quiere casarse con Menglöd y vence en el combate de enigmas que le impone Fjölsvinn (Fjolsvidr en otra tradición). Tal vez Svipdagr sea equivalente al misterioso Odr, a quien Freyja aguarda desde hace mucho tiempo y que le ha sido prometido por el destino. Detrás de Fjölsvinn se oculta sin duda Odín.

MENJA: giganta, esclava de Frodi, mítico rey danés. Posee el molino maravilloso Grotti, que tiene la propiedad de moler lo que el molinero dice. Menja y Fenja mueven la muela.

MERCURIO: así designan los romanos al dios supremo del panteón germánico, Odín/Wodan por lo tanto. Desde el siglo I de nuestra era, numerosos ex-votos se dedicaron a Mercurio pero sólo una parte se refiere a Odín, por ejemplo Mercurius Chann(i)us y Mercurius Cimbrianus, aludiendo la otra a divinidades célticas: Mercurio del Puy-de-Dôme (Mercurius Dumidus), Mercurio del Averno (Mercurius Avernus), etc. En la poesía escáldica, Odín es saludado como el «dios de los cargamentos» (Farmatyr), de los mercaderes por lo tanto, y las inscripciones votivas confirman la antigüedad de ese rasgo, puesto que revelan los nombres de Mercurius Negotiator, Mercurius Mercator y Mercurius Nundinator.

MIDGARDR (Recinto del medio): el término designa el recinto donde viven los hombres. La representación más o menos concéntrica de los distintos mundos —los de los dioses, de los gigantes y de los hombres— convierte a Midgardr en el centro de todos ellos. Midgardr está separado de las tierras de los gigantes por ríos y bosques. Habría sido hecho con las cejas de Ymir, el gigante primordial, lo que sólo puede aplicarse a su delimitación, su frontera, el bosque sin duda, imagen que corresponde bastante bien a la de unas cejas. La denominación «Recinto del Medio» revela que el hombre ha organizado el universo a partir de sí mismo, de su morada que, por extrapolación, se ha convertido en la tierra de los humanos. El nombre es antiguo: en gótico traduce orbis terrae, el mundo, y significa «cosmos» en viejo inglés.

MIDGARDSORMR (Serpiente de Midgardr): se trata de la gran serpiente que vive en el Océano que rodea la tierra y asegura, pues, su cohesión horizontal. El poeta Ulf Uggason (siglo X) la llama: «Sólido vínculo de la tierra». Es también llamada Jörmungandr, es decir: «Gigantesca varita mágica», y en los kenningar: «El que se retuerce alrededor de la tierra; el pez que concluye toda tierra.» Interviene con frecuencia en los mitos: Thor intenta en vano pescarla. Loki es su padre, y la giganta Angrboda su madre. Cuando llega el Ragnarök (el apocalipsis) esa serpiente se agita en el mar y llega a tierra, provocando un general maremoto. Desde los petroglifos de la edad del bronce hasta la época vikinga, se representa a Midgardsormr. En Inglaterra, puede vérsela en la cruz de Gosforth.

MIMAMEIDR (Viga de Mimir): uno de los nombres de Yggdrasill, el árbol cósmico.

MIME: herrero que recoge a Sigurdr (Siegfried) según la Saga de los Vilces. Es el hermano de Reginn que, convertido en dragón, se apropió del tesoro de su padre. Mime manda a Sigurdr a hacer carbón vegetal en el bosque. El héroe encuentra y mata al dragón, luego vuelve a la forja para vengarse de Mime. En efecto, los paros le han comunicado que éste esperaba que el monstruo se libraría de él. Sigurdr recibe de Mime, que intenta apaciguarle, la espada Gramr y una armadura.

MIST: una valquiria. Tal vez su nombre signifique «nube».

MITHOTYNUS: es, en Saxo Grammaticus, el nombre de un mago que toma el poder entre los Ases, cuando Odín está ausente. Al regreso del dios, huye a Fionia, cuyos habitantes lo matan. Su cadáver provoca una pestilencia que sólo cesa cuando plantan una estaca en el pecho del muerto, medida que se encuentra posteriormente en las historias de aparecidos (cf. Draugr y Estaca) y, más recientemente, en las de vampiros.

MJODVITNIR (Ladrón o Lobo del Hidromiel): nombre de un enano, pero lo que implica se adecuaría mejor a Odín (cf. Kvasir), a menos que el término «hidromiel» remita, por metonimia, a la sangre de Kvasir con la que los enanos Fjallar y Galarr hicieron el brebaje maravilloso.

MJÖLLNIR (Triturador): martillo del dios Thor. Fue forjado por los enanos Sindri y Brokkr, pero Loki, metamorfoseado en mosca, molestó a Sindri mientras trabajaba y el mango del martillo quedó demasiado corto. Mjöllnir es el arma del dios: cuando la lanza provoca rayos y truenos; regresa por sí misma a las manos de Thor. Para manejar el martillo, Thor debe ponerse unos guantes de hierro. La lista de los gigantes muertos por Mjöllnir es larga. El martillo es también un instrumento religioso que sirve para bendecir o consagrar, y se le encuentra representado en los petroglifos de la edad de bronce. Mjöllnir recuerda mucho el Vajra (rayo) de Indra y el Vazda del Mitra iraní. El gigante Thrymr robó un día a Mjöllnir y exigió a Freyja por esposa, de lo contrario se quedaría con el martillo. Thor se disfrazó de Freyja, mató a Thrymr y recuperó su arma favorita. En otro mito, Thor resucita a sus carneros bendiciendo sus huesos, ordenadamente dispuestos sobre la piel. Cuando Thor muere, sus hijos Modi y Magni heredan a Mjöllnir.
Se recordará que en el antiguo derecho germánico, arrojar el martillo era un rito de toma de posesión del suelo y lanzarlo en el regazo de una muchacha consagraba la boda. En el Lai de María (I, 11) el gran poeta alemán Enrique de Meissen, llamado Frauenlob (muerto en 1323), se hace eco de esta costumbre.

MODGUDR (Feroz Combate): virgen encargada de la custodia de Gjallarbru, el puente sobre Gjöll, uno de los ríos de los infiernos.

MODI (Valor): nombre de uno de los hijos de Thor. De hecho, es una encarnación de una de las cualidades del dios.

MODRANEHT (Noche de las Madres): el letrado anglosajón Beda el Venerable (nacido en 673) habla de una fiesta pagana celebrada la víspera de Navidad y que se denomina así. Los sacrificios que en ella se hacían estaban destinados, sin duda, a diosas de la fecundidad equivalentes a las Matronae romanas. La fiesta está emparentada con el Disablot (Sacrificio a las Disas) nórdico y la comida de las hadas, bien documentada en todas las literaturas medievales.

MÖGTHRASIR: en un obscuro pasaje del Dicho de Vafthrudnir, este personaje parece ser un gigante y sería el padre de las divinidades del destino (haemingjur).

MÖKKURKALFI: para ayudar a Hrungnir en su combate contra Thor, los gigantes fabricaron un engendro de arcilla al que dieron el corazón de una yegua. Thjalfi, el servidor del dios, lo mató sin dificultades. Este episodio es un mito de iniciación guerrera cuyo héroe es, de hecho, Thjalfi.
Tiene su semejante entre los indoeuropeos en el duelo de Vritahan contra Triçierah y Vritra. Se advertirá, de paso, el parentesco de Mökkurkalfi y la leyenda judía del Golem, aunque hasta hoy no haya podido descubrirse ningún vínculo genético.

MUÉRDAGO: con un ramo de muérdago, Hödr, mal aconsejado por Loki, mata a Baldr, su hermano.

MUJERES-CISNE: son casi siempre tres, como en la leyenda de Wieland el Herrero (Völundr). Confundidas regularmente con las valquirias, por culpa de Wagner, pertenecen más bien a la esfera de Freyja, de la que parecen ser emisarias. Abandonan su hermoso plumaje de cisne cuando quieren bañarse y, si se les arrebata, se las puede obligar a quedarse entre los humanos y casarse con ellas. Al otro lado del Rhin, hacen una breve aparición en la Canción de los Nibelungos: Hagen se apodera de su atavío de plumas y les obliga a revelarle el porvenir. El romance Federico de Suabia (siglo XIII) utiliza este motivo, pero los seres maravillosos adoptan aquí la forma de pichones. El mito es común a los celtas y los germanos; se encuentran rastros muy legibles en los lais franceses de los siglos XII y XIII, Graelent y Desirée, por ejemplo, así como en una canción de gesta céltica, El Nacimiento de Conchobar, que relata las hazañas del legendario rey de Ulster.

MUNDILFARI: padre de Mani y de Sol (la luna y el sol).

MUNINN (Pensamiento): uno de los dos cuervos de Odín. Con Huginn, recorre el mundo y cuenta al dios lo que ha visto y oído. Conociendo los aspectos chamánicos de Odín, podemos ver en Muninn uno de sus dobles. Snorri Sturluson nos dice en efecto: «Odín cambió de envoltura (carnal). Su cuerpo permanecía entonces tendido como si durmiera o estuviese muerto, mientras él era pájaro […] y se transportaba en un instante a lejanas regiones.»

MURALLA DE LLAMAS: véase Vafrlogi.

MUSPELL, viejo alemán Muspilli: el término designa el final del mundo por el fuego. En el norte escandinavo, un gigante se denomina así. Posee a Naglfar, el barco hecho con las uñas de los muertos y en el que sus hijos (o sus vasallos) embarcan para atacar el Walhalla durante el Ragnarök.

MUSPELLSHEIMR (Mundo de Muspell): nombre de un ignoto paraje situado al sur y que forma el polo opuesto a Niflheimr, el mundo de las tinieblas y los hielos. El fuego de Muspell logra que se fundan los hielos de Niflheimr e Ymir, el gigante primordial, hace su aparición.

MYRKVIDR (Bosque sombrío): bosque mítico situado en los confines del mundo de los dioses; lo separa del de los gigantes. En el origen fue, sin duda, el bosque que marcaba la frontera entre los godos y los hunos. En el siglo XI, Thietmar de Merseburg emplea Mirikidui para designar los Montes Metalíferos.

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Beowulf, la nueva película en 3D

27, julio, 2007 at 2:05 pm (Cine y TV, Vikingos)

Pues por fin tiene web y trailer la película de Beowulf que ha guionizado mi adorado Neil Gaiman. Y no puedo dejar de mencionarla porque, además de que el guión es del señor Gaiman, tiene una pinta espectacular. La sinopsis nos dice:

«En una época legendaria de héroes, el poderoso guerrero Beowulf combate al demonio Grendel y provoca la ira infernal de la implacablemente seductora madre de la bestia. Su combate épico forja la leyenda inmortal de Beowulf.»

Está hecha en 3D, siguiendo la misma técnica que siguieron para hacer Polar Express o el personaje de Gollum para El Señor de los Anillos (se capturan los movimientos y el aspecto de la persona que se usará para dar vida y voz al personaje en la película). El reparto es ciertamente magnífico: Ray Winstone -tal vez el menos conocido por la mayoría, pero que yo tengo grabado en la memoria desde pequeña- que hizo de Bors en Rey Arturo y era Will Scarlett en la mítica serie de Robin Hood (la daban en la TVG en los 80-90, no sé en el resto de España, pero supongo que también la darían en las autonómicas) es Beowulf; Anthony Hopkins es el rey Hrothgar, y salen también John Malkovich, Robin Wright Penn (haciendo de la reina), Brendan Gleeson, Crispin Glover, Alison Lohman y Angelina Jolie como la madre de Grendel.

La web oficial de la película es ésta: http://www.beowulfmovie.com/

Y podéis ver el trailer aquí: http://www.apple.com/trailers/paramount/beowulf/

Os dejo también algunas imágenes para que veáis la calidad del 3D.

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Las clases sociales en la sociedad vikinga

23, julio, 2007 at 11:47 pm (Vikingos)

La familia, en un sentido amplio, es la célula base de esta sociedad. Incluye, además de los consanguíneos, a los amigos cercanos, a los hermanos jurados, parientes adoptivos, pobres a cargo de la casa, etc. Al menos una cincuentena de personas, dado que nos hallamos en colectividades muy reducidas, dependen todas, en grados diversos, del jefe de familia y su mujer.

Según un poema de la Edda, la Rigsthula, que justificaría la tripartición de la sociedad en esclavos, hombres libres y los jarls o reyes, se considera que los vikingos se organizaban en efecto en tres grandes clases o capas sociales bien diferenciadas. Y en muchos pasajes de sagas, se evidencian tales puntos de vista. Pero parece ser que el estrato de los esclavos, es el que plantea mayores problemas. Aunque no son desconocidos en el Norte, no se corresponden con la idea que solemos hacernos de ellos. Antes de la era vikinga, nada nos permitía afirmar que la sociedad escandinava haya conocido una clase que no gozara de libertad. A continuación, tras los primeros golpes de pillaje, tanto de hombres como de ganado o bienes, es muy factible que los vikingos tuvieran esclavos. Por otro lado, necesitaron muy poco tiempo para descubrir que esa era una de las mercancías más apreciadas en el mundo de su época. El tráfico de esclavos se convirtió muy pronto en la actividad fundamental de estos comerciantes perfectamente enterados de las leyes del mercado europeo o asiático.

Por lo demás, en contacto constante como estuvieron, mucho antes del fenómeno vikingo propiamente dicho, con el mundo europeo, no podían ignorar la existencia de esta categoría humana. Por eso, su establecimiento en Hedeby (Dinamarca, antiguo Haithabu) sería uno de los grandes centros de ese tráfico, equiparable en ese sentido a Bizancio. Incluso parece establecido que la ruta del Este, uno de los principales itinerarios de aquellos navegantes, enlazaba precisamente Hedeby con Bizancio por el sur del Báltico, el complejo de ríos y lagos rusos a partir del fondo del golfo de Riga, hasta la ciudad imperial, atravesando el mar Negro.

Que hayan llevado a su país a algunos de sus cautivos, que los hayan asociado a la vida de su granja, que los hayan tratado con bastante rudeza, todo eso, en suma, está dentro del orden de las cosas, en la época considerada entre los siglos IX y X. Que los autores de las sagas, en el siglo XIII, que no conocían esta costumbre más que de oídas o por sus lecturas clásicas, hayan desarrollado una temática a su costa tan convencional que parece completamente excesiva y dependiente de los tópicos literarios a los que estos autores son tan aficionados, como la cobardía desvergonzada de los esclavos, venalidad o incurable necedad (La Saga de Snorri el Godi), es algo que se comprende bastante bien. No olvidemos que una saga, por definición, se inspira en esquemas de escritura de historiografía clásica y narración medieval, una y otra en latín, una y otra familiarizadas con la noción de esclavo como un ser inferior y sin otro valor que el de mercancía. Los islandeses que redactaron estos textos querían más o menos conscientemente, a imitación de lo que hacía respecto de su propio país el rey Hakon Hakonarsson de Noruega, presumir de tener unas costumbres y una concepción del mundo aristocráticas. Se comprende que hayan desarrollado con predilección el tema de la esclavitud. Se cree tener fundamentos para decir que la noción, así considerada en una acepción corriente, no coincide con lo que podemos saber de la psicología de los antiguos escandinavos. Los valores que adoptaban y que ilustran toda su historia se oponían a ese desprecio de la persona humana. Una misma actitud se refleja, de alguna manera, en el hecho de que si bien mataban sin problemas, no torturaban a sus prisioneros o víctimas. Un esclavo, que puede ser un individuo capturado en una expedición, o tomado de otro país escandinavo, se liberaba, fuera comprándosele de nuevo, pagando una suma convenida o en virtud de los servicios prestados.

La siguiente clase, es la que está conformada por el vikingo medio, conocido con el nombre de bóndi. Prácticamente es el campesino-pescador-propietario libre del que hablan todos los textos. No existe solo, si no que se define en el interior de su familia, como lo denota la elección de su nombre, que no se deja nunca al azar. Puede aliterar con el del padre o reproducir una parte del de uno de sus padres, o también, si es el primogénito, retomar el nombre de un antepasado célebre. Recordemos que el nombre de familia, no existe; se es hijo o hija de su padre (Egil Olavsson o Astrid Olavsdottir), costumbre que aún perdura en Islandia.

Por otra parte, el bondi debe mostrarse capaz, legalmente, de recapitular su linaje en varias generaciones. Por otra parte, la idea de «malcasarse», de contraer matrimonio con una mujer de rango inferior al suyo, con la que, por tanto habría una diferencia entre familias, no se le ocurriría normalmente. El bondi es cierta categoría social que no se expresa claramente en términos de fortuna, sino que quizás también, incluso a veces mucho más, puede basarse en términos de antigüedad como estirpe.

Que sea libre en cuanto a su persona es algo evidente, lo mismo que le sea lícito alquilarse en otra casa, hacerse aparcero o colono. Pero no está sometido ni es sojuzgado por ello. Una vez más, es sobre todo su libertad de palabra lo que le caracteriza. En las asambleas públicas o Thing, tiene derecho a dar su opinión sin que legalmente se le pueda impedir hacerlo. Tiene derecho a sostener una acción en justicia. Por lo general es un buen conocedor del procedimiento y de las leyes y, en caso de sufrir una ofensa, está capacitado para exigir compensación plena, ya que la legislación, que no conoce por así decirlo, la pena de muerte, prevé reparación de todo tipo en caso de trasgresión.

El bondi es un hombre para todo, susceptible de todas las prestaciones que se puedan esperar de un hombre completo: es granjero, pescador, artesano, herrero, tejedor, pero también jurista, ejecutante de los ritos religiosos del culto privado, poeta, así como un participante habilidoso de diversos juegos y un comerciante de gran calidad, diestro para contar, valorar, vender o hipotecar.

Llegado el momento, es él quien se embarca en su skeid y va en expedición de vikingo. Por lo tanto, también es un navegante de calidad, probablemente más o menos versado en astronomía y, en cualquier caso, un marino de primer orden. Es esta tal vez su mayor cualidad, pues es sorprendente lo que es capaz de hacer al timón de su barco. Evidentemente, es capaz de prestaciones guerreras, tanto en su país como fuera de él. Pero es ante todo, un brillante comerciante y negociar ha sido su ocupación principal. Vende su grano y sus cerdos si es danés, su hierro y sus pieles si es sueco, su esteatita y su madera si es noruego, su vadmál (un tipo de paño de lana muy resistente y especial) y pescado seco si es islandés.

Las expediciones vikingas solían ser una especie de viajes de comercio, en el curso de las cuales, podía suceder que las preocupaciones marciales prevalecieran sobre las mercantiles. La primera preocupación que tenían era la de ganar riquezas y renombre y a ese fin se destinaban las expediciones. En definitiva, no hay un sector en el que el bondi no sea capaz de ejercitarse. Ni siquiera en el ámbito artístico, pues se prestaban en la largas noches de invierno a todo tipo de trabajos pequeños de orden decorativo u ornamental.

Entre esta clase social, es evidente que había distintos tipos. Las sagas hablan de «storboendr», grandes bondis y «smaboendr» o pequeños bondis. Los grandes son clasificados así porque pertenecen a una familia antigua y conocida, lo que le confiere ciertas prerrogativas probablemente no inscritas en los textos, pero tanto más evidentes cuanto que exigen menos comentarios. Están implantados en un lugar ancestral, incluso inmemorial, lo que hace que con frecuencia se les designen con relación a ellos y legitimam así sus derechos alodiales, que serán un precedente que desatará grandes discordias, porque, sobre todo, son hombres ricos. Sin ser absolutamente determinantes o decisivos, los valores materiales desempeñaban en este mundo un papel incuestionable. Había que tener bienes para pagar un barco, por ejemplo. Esto entrañaba gastos tan considerables que, con frecuencia, se asociaban para este tipo de adquisición varios. Por vikingo entendemos aquel que manda y posee, totalmente o en parte, un knörr o un langskip, y no podría ser en ningún caso, un menesteroso. Que se vaya a recorrer los mares para adquirir riquezas, como dicen tantas inscripciones rúnicas, no significa que se hable de un hombre pobre. Quizás no sea lo bastante rico, o pretenda aumentar su fortuna para apuntalar su reputación, ganar renombre, según los mismos testimonios.

Es entre estos grandes boendr, entre los que se escogieron los reyes y jefes. Es aquí donde surge la clase gobernante, aunque no se ajusta a la idea que estamos acostumbrados a hacernos de tal condición social. El rey «konungr» o reyes, «konungar» eran escogidos o elegidos por los grandes boendr, en el interior de algunas familias (kyn, de ahí deriva la palabra konungr), sin que se sepa hoy día cuáles eran los criterios que decidían esta preferencia. Su consagración consistía en hacerlos subir a una piedra sagrada, después, hacerlos recorrer un itinerario dado, que ellos «santificaban» mediante su presencia y donde se hacían reconocer como tales por los thing locales.

Se daba por supuesto que si, por una u otra razón, un rey no daba satisfacción, era destituido (literalmente era «echado abajo» de la piedra de consagración sobre la que se le había hecho subir para entronizarle), incluso colgado. Pues había sido elegido ante todo para «un año fecundo y para la paz». Sus prerrogativas jurídicas, o mágicas, o también guerreras, aun cuando podamos imaginar que formaban parte de los carismas ligados a su condición, no se deducen claramente de nuestras fuentes. Una de las originalidades, eso sí, de la época vikinga, será la de ir entronarizando progresivamente reyes al estilo occidental, y la realización de este fenómeno marcará el final, en cierto sentido, de la sociedad de esta cultura.

En cuanto a la condición del llamado «jarl», es una noción aún menos conocida que la del konungr, pero que podría ser más antigua y revelarse de carácter dinástico. La Rigsthula siempre tiene gran dificultad para distinguir entre jarl y rey. Según un buen número de inscripciones rúnicas en el antiguo futhark, se hacía del jarl un buen conocedor de las runas y se ha pensado inicialmente que fueran una especie de etnia aparte, que gracias a su especialización en la escritura pudieran obtener de ahí sus títulos de nobleza, los cuales equivaldrían a ser un conde o algo similar en la aceptación occidental. Pero no parece que en la época vikinga tuviera un estatuto social privilegiado. Resumiendo, probablemente el rey no desempeñaba un papel tan considerable en esta sociedad. Y por tanto, el grupo más importante y decisivo en la vida de los nórdicos, era el bondi.

Importantes razones, como el hábitat disperso, el clima difícil, los recursos escasos con los que contaban, etc, hacen que el sentido colectivo o comunitario esté, por la fuerza de las circunstancias, muy desarrollado en estas sociedades. En esto permanecen fieles, incluso actualmente todavía, a costumbres inmemoriales. Se ponen en común los bienes (félag) para todo tipo de fines. Cada uno de los contratantes o félagi, se siente vinculado por un lazo muy fuerte que puede llegar hasta el deber de venganza. Tenemos ejemplos de mujeres que entran también en un félag.

Esto ofrece a veces resultados complejos: un individuo puede poseer un cuarto de barco, un tercio de su carga, o casos semejantes. Es posible que esta asociación, obligada, como hemos visto, haya sido sellada por gestos significantes de carácter más o menos religioso. Así, los varegos (varengjiar), los vikingos que actuaban en el Este, deben tal vez su nombre a «varar», juramento solemne. El nombre, en este caso, se aplicaría a una cofradía de comerciantes ligados por juramentos sagrados, como existieron en toda la Europa de la época.

Existían, por otra parte, otros tipos de asociaciones, semimercantiles, semirreligiosas, como las «guildes», que son probablemente de origen frisón. Existieron durante la época vikinga en Escandinavia, parece ser, para conocer una suerte excelente a continuación, en la época cristiana.

Finalmente, convendría relatar un poco el papel femenino en esta sociedad vikinga que, al contrario de lo que pueda parecer, no era un núcleo exclusivamente masculinista, en la que únicamente contaban los valores viriles. Es evidente que los hombres, dados los siglos IX, X y XI, se veían privilegiados, pero no por esa razón quedaba la mujer anulada en la sociedad, como sí ocurría en el resto de la Europa de aquella época. La esposa del bondi, la husfreyja, gozaba de un estatuto completamente privilegiado, indicado ya por las llaves que lleva en su cintura. Ciertamente, no tiene el derecho de promover acciones de justicia y está excluida de los asuntos públicos, si hemos de creer la Saga de Snorri el Godi, más por razones de orden físico, ya que había que unir la fuerza a la ley con frecuencia para obtener satisfacción, que por consideraciones de inferioridad.

Pero es su autoridad moral lo que más sorprende de estas mujeres. La mujer es el alma de una sociedad en la que su marido no era más que el brazo. Pues es guardiana de las tradiciones familiares, tanto de las suyas propias como las de su marido, que inculca a sus hijos. Ella defiende el honor de su clan, recuerda a los hombres de la casa su derecho de venganza en caso de ultraje, mediante gestos altamente simbólicos o intolerables palabras sarcásticas. Esto puede culminar en situaciones como las que describe la Edda Poética, en sus grandes heroínas, especialmente Gudrun Gjukadottir, a quien vemos presa entre la necesidad de vengar a sus hermanos y obtener justicia para su esposo. Se observará que, en general, esas heroínas permanecen fieles, en primer lugar, a la ley de su propio clan. Podemos imaginar que su ciencia de las genealogías debidamente aliteradas, haya podido hacer de ella la iniciadora de la poesía, así como su frecuentación íntima de la memoria de los grandes antepasados, por tanto su culto implícito a los muertos, podría dar cuenta de su colusión con la magia, dado el hecho de que magia, medicina y brujería, son con mucha más frecuencia patrimonio de las mujeres que de los hombres.

Parece establecido que la mujer escandinava, aun cuando no ocupara un lugar en el thing, aunque no tomara parte en los combates, gozaba de una estima considerable. Las sagas de los contemporáneos prueban que jamás fue considerada un objeto de placer, que se la respetaba y que sus consejos siempre eran escuchados. Pues era la señora indiscutida innan huss (en el interior de la casa), o de manera más precisa, innan stokks, pasada la viga del umbral, que delimitaba jurídicamente el territorio doméstico. Más allá de esa viga, utan stokks, nos encontramos en el dominio del hombre. A él corresponden los trabajos exteriores, su gestión al menos; las empresas de carácter político (el thing), marcial o económico. Pero innan stokks, reina la husfreyja y nadie le disputa esta prerrogativa, a pesar de la presencia de las concubinas que esta cultura toleraba. Esto no acarreaba ninguna consecuencia, puesto que las esposas de segundo orden o concubinas, no tenían ningún derecho legal, no entraban en la herencia y, en principio, los hijos que tenían no eran considerados legítimos. Le toca pues a la señora de la casa, ayudada por un servicio doméstico que puede a veces ser bastante numeroso, velar por el aprovisionamiento y la preparación de las comidas, ocuparse del mantenimiento de la casa en su conjunto, criar y educar (o hacer educar) a los niños, que son, en general, numerosos, tanto suyos como los de amigos o de relaciones que, en virtud de la costumbre del fostr (práctica consistente en hacer educar a los hijos durante cierto período de tiempo por un amigo o pariente o personaje importante), ha acogido en su casa por un tiempo, dedicarse a los cuidados de la granja que le incumben como por definición (la lechería, por ejemplo), ocuparse de los pobres y miserables que fueron sin duda una de las plagas de la época y, en sus momentos de descanso, que, a decir verdad, no debían ser ni largos ni numerosos, tejer, bordar, etc.

No hay que hacer un gran esfuerzo para imaginar que sus días estaban bien ocupados. Pero que era apreciada y admirada por las pequeñas colectividades familiares en el seno de las que actuaba, es evidente. Lo referido hace mención a lo que hoy sería para nosotros una gran señora. De la mujer del pueblo, de la escandinava media del siglo X, no se sabe nada por las sagas. Sin embargo, no existe ninguna razón para pensar que su suerte fuera muy diferente de la de los grandes personajes femeninos de las sagas. En resumidas cuentas, el conjunto de los documentos de que se dispone, concede a la mujer un lugar comparativamente mucho más importante que a su «hermana» más occidental o meridional.

En cuanto a los pobres, mencionados algo más arriba, debemos decir que los países escandinavos no eran ricos. Se ha señalado igualmente el sentido comunitario de estas sociedades. Los pobres (fatökisfolk) y los indigentes (umagi, literalmente el que no puede subvenir a sus necesidades) eran numerosos. Los códigos de leyes y las sagas nos iluminan sobre el asunto. Existía un sistema, que durará en realidad hasta nuestro siglo, que consistía en confiar un umagi o varios, a una casa determinada, por un cierto tiempo, después de lo cual, pasaba a otra y así sucesivamente. No se sabe si la institución del «hrethr» se aplica a la vez en toda Escandinavia, pues sólo está atestiguada en Islandia, y si existía ya en la época vikinga, aunque es probable que naciera de la Iglesia y no se institucionalizara hasta el siglo XI. Implicaba a la vez, por hablar en términos modernos, seguro contra todos los riesgos (incendio, especialmente), seguridad social y asistencia pública. Era éste un modo de evitar indigentes que pudieran volverse peligrosos para la vida cotidiana de las granjas. Acogiendo a los pobres, se aseguraban unos brazos que aportarían un trabajo extra a los menesteres del hogar y la seguridad de no ser atacados por necesidad de los menesterosos. A cambio, contaban con un plato de comida como si fueran un miembro más de la familia y un lugar donde dormir y guarecerse del clima adverso.

Finalmente, en cuanto a los niños, las sagas nos describen (y es esto un rasgo que no es tan común en la literatura medieval de Occidente) en ocasiones sus juegos y sus intervenciones en la vida de los adultos. Su estatuto, si se puede decir así, es efímero, ya que se es adulto a los doce años, a los catorce lo más tardar, en función de los lugares y las épocas, y desde ese momento es preciso asumir todas las responsabilidades que van unidas a esa condición. Lo que no impide que, en esos textos rudos y acaso voluntariamente negros, que son las sagas, podamos ver cómo se evoca de pasada a un niño o una niña divirtiéndose con los juguetes, los cuales podían ser pequeños animales de metal o madera, por ejemplo, como los niños de cualquier tiempo.

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La Vida Doméstica de los vikingos

13, julio, 2007 at 6:34 pm (Vikingos)

La casa era el centro de la vida vikinga. Allí la gente encontraba calor, alimento y refugio. Allí trabajaban en sus tareas diarias y se relajaban con juegos de mesa, tocando música o escuchando las historias contadas por los poetas sobre los dioses y las hazañas de antiguos héroes. La vida se desarrollaba alrededor del largo hogar central. El fuego de leña raramente se apagaba, pero cuando necesitaba ser reanimado, se hacía golpeando un pedernal contra un eslabón. La carne y el pescado constituían la mayor parte de la dieta. Los animales domesticados (vacas, ovejas, cerdos, cabras y aves de corral) se completaban con la caza y las aves silvestres. Tanto la carne como el pescado se ahumaban, secaban o salaban en verano y otoño para asegurar suficientes provisiones para los largos meses de invierno. La carne se cocinaba principalmente cociéndose en toscos cacharros de barro o cuencos de esteatita fijados en las brasas del fuego, o en un caldero de hierro. Se hacían ganchos de hierro para sacar la carne del líquido hirviendo. Ocasionalmente, un corte especialmente tierno podía asarse en una brocheta. El pan se hacía con cebada, centeno y legumbres y, más raramente, trigo. La harina se molía a mano con piedras de amolar circulares o molinillos de mano. Éstos han sobrevivido en abundancia y particularmente en el sur de Escandinavia, eran a menudo hechos de piedra de lava importada de Renania, Alemania. El pan era ácimo y se cocería sobre el fuego en una placa de metal o de piedra para hacer una torta bastante espesa o un bizcocho a la plancha. Las verduras se cultivaban en los campos adyacentes, y las bayas y otras frutas se cogían en los bosques o incluso se importaban. El descubrimiento de huesos de ciruela en fosos de basuras en Hedeby sugiere que se traían de Europa central, por ejemplo. El queso se hacía con leche de vaca, cabra y oveja, tal vez principalmente como un modo de aprovechar la excedente. Además de mantequilla y queso, sabían hacer una leche espesa llamada «skyr» que, salada y fermentada, podía conservarse comestible durante todo un invierno, guardada en grandes vasijas. También la leche agria era un artículo de gran consumo y muy apreciado. Los platos se lavaban con grandes cantidades de cerveza hecha con cebada y aguamiel hecha con miel fermentada y agua. También se hacía «bjorr», posiblemente un licor fuerte hecho con zumo de fruta fermentada.

Desde el punto de vista de la salud, el valor de la dieta de los vikingos viene determinado por un estudio realizado por Ole Klindt-Jensen en Islandia, basado en las costumbres alimentarias que registran las sagas. Los resultados son los siguientes:

La vitamina A la recibían de los pescados, no el último lugar de vísceras tales como el hígado y las huevas, de la carne de ballena y de la carne de león marino. Fueron también una fuente importante de esta vitamina los pájaros marinos, la leche y la mantequilla de los animales sacrificados en otoño. Los víveres, ya fueran secos o salados, podían conservar su riqueza vitamínica durante todo el invierno.

La vitamina B se la aportaba fácilmente la harina molida con tosquedad; así como otros alimentos ya mencionados resultaban importantes en este aspecto, por ejemplo, el hígado, la yema de huevo, los mariscos, la leche, la mantequilla y el queso.

La vitamina C suponía un problema en una época en que no se conocían las patatas, los limones y determinadas clases de verdura. Pero es probable que las cebollas y las bayas, la carne y el pescado sustituyeran a esos artículos. El escorbuto debió representar un gran papel, pero por lo visto, sólo en contadas ocasiones, por ejemplo, en largos viajes en barco.

La vitamina D, cuya falta produce el raquitismo, se encuentra en los hígados de pescado y en su grasa, pero también la leche y la mantequilla contienen vitamina D, como asimismo otros productos de los rumiantes.

Todo esto significa que la alimentación de los escandinavos de aquellos tiempos, aunque hoy se la juzgue valiéndonos del microscopio y de los modernos conocimientos científicos alimentarios, era variada, vigorosa y rica en materiales de crecimiento.

Las copas habrían sido de madera o cerámica, los cuernos para beber también se usaban. Las vasijas de cristal importadas sólo habrían sido usadas por los estratos superiores de la sociedad. Las tazas, cuencos, cucharas y cazos eran de madera y casi todos han desaparecido, ya sea porque se han descompuesto o porque los objetos de madera rotos habrían sido tirados al fuego, como una fuente cómoda de combustible. Algunos ejemplares, sin embargo, se han conservado en tierra anegada. La mayoría tienen aspecto de haber sido tallados a mano, probablemente por miembros de la propia casa, pero algunas vasijas fueron hechas con torno, dando a entender que algunos bienes de la casa también fueron fabricados por carpinteros especializados.

El ama de casa también disponía de un bien surtido arsenal de utensilios de cocina para diversos usos. Según muestran los hallazgos realizados en tumbas, de un equipo corriente formaban parte artesas y cubos de madera, vasijas y cubetas, frecuentemente con refuerzos de hierro y cucharas y paletas de madera. El herrero proporcionaba hachas y cuchillos de hierro, espetones y asadores, y cacerolas y ollas de diversos tamaños. Pero la mayor parte de las ollas se fabricaban con esteatita, material duradero y fácilmente moldeable que se extraía sobre todo de Noruega y que seguramente contribuyó de modo decisivo a que durante la época de los vikingos se redujera cada vez más la alfarería.

De los bienes mortuorios encontrados en túmulos funerarios reales y aristocráticos, podemos deducir que muchas mansiones aristocráticas estaban amuebladas con mesas, bancos de madera o sillas, y posiblemente hasta con camas: una silla y camas, por ejemplo, se encontraron junto con la reina del siglo IX en Oseberg, en Noruega. Fragmentos de tapiz, usado como colgadura de pared, fueron también encontrados. No obstante, la gente común tenía pocas posesiones semejantes, arreglándoselas con taburetes y cofres donde los objetos de valor, como joyas, plata y ropa, se guardaban bajo siete llaves. Arropados en mantas o pieles, no dormían en camas, sino en los bancos fijos: cuanto más cerca del hogar, más alto era su rango en la casa.

En la mayoría de las casas, ocupando un lugar contra la pared, habría estado el telar vertical de pesas y urdimbre para tejer la ropa de lana usada por la familia y también para hacer las velas de los barcos vikingos. Al ser de madera, ningún telar de la época vikinga sobrevive entero.Sin embargo, hay muchos ejemplares de pesas de arcilla cocida o de piedra que mantenían los hilos verticales (la urdimbre) tensos. También se hacía tejido de tabla, con pequeños marcos de madera o de cornamenta rectangulares, para hacer correas, trenzas y cintas de motivos complejos para decorar la ropa. Las tijeras para la ropa y el peine usado para cardar la lana antes de hilarla eran de hierro. Los espirales que doblan el huso de madera bajo su peso eran de hierro, de cerámica o bien ocasionalmente, de ámbar. Las agujas y los alfileres eran de hierro o de hueso y las mujeres las llevaban a menudo en pequeños recipientes cilíndricos que colgaban de sus broches.

Algunos objetos de cristal en forma de bollo encontrados en tumbas de mujeres pueden haber sido usados para alisar arrugas y también se ha sugerido que las placas de barba de ballena tallada, casi siempre encontradas en tumbas de mujeres ricas, se usaban como tablas para alisar o plisar la ropa.

El hilado, el tejido y la costura tuvieron que mantener ocupadas a las mujeres casi constantemente. El descubrimiento de piezas de juego hechas de hueso, cornamenta, cristal o ámbar, prueba que el hombre tenía más tiempo para relajarse. El «hnefatafl», un juego parecido al de las damas, se jugaba mucho. Se han encontrado animales, barcos, espadas y peonzas de madera en muchos sitios, lo cual demuestra que los niños tenían juguetes sencillos.

Numerosas representaciones de mujeres y hombres indican que ambos sexos llevaban el pelo largo. Algunos hombres llevaban el suyo enrollado en un moño en la nuca, otros se lo afeitaban, mientras que las mujeres a veces se arreglaban sus largos mechones sueltos en estilos bastante complicados, aunándolos sobre la cabeza. Los peines encontrados en abundancia en emplazamientos excavados sugieren que aquella gente prodigaba cuidado y atención a su pelo, tal vez con el propósito de erradicar los piojos. Los hombres solían cuidar con esmero sus barbas y bigotes. Llevaban pantalones y una túnica larga cubierta con una capa, mientras que las mujeres se ponían múltiples capas de prendas largas hasta los tobillos, tanto de lana como de lino. Un solo alfiler con cabeza de aro o broche en forma de aro sujetaba las capas de los hombres en el hombro y las prendas de las mujeres se mantenían en su sitio con un par de broches, generalmente ovalados, aunque los estilos variaban de una región a otra, llevados uno en cada hombro, además de otro en el cuello.

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Las Casas vikingas

2, julio, 2007 at 3:07 pm (Vikingos)

casas estilo vikingo 

Los vikingos de Escandinavia construían principalmente con madera, aunque la piedra y el tepe también se usaban en algunas zonas, particularmente en Noruega. No queda nada de las propias casas sobre el nivel de la tierra, y por lo tanto tenemos que fiarnos de la interpretación y reconstrucción de pruebas arqueológicas, recuperadas mediante la excavación, para hacernos una idea de los edificios en los cuales vivían los vikingos. Por ejemplo, las huellas de agujeros de postes en la tierra (que se distinguen del suelo circundante por diferencias de color y textura) permiten a los arqueólogos calcular la longitud y el plano de un edificio construido con madera. La forma básica del edificio era la misma en toda Escandinavia: rectangular, a veces con muros curvos y de longitud variable. Los edificios excavados en Saedding, en Dinamarca, tienen casi cincuenta metros de largo; en Borg, Lofoten, en Noruega, uno incluso llegaba a medir ochenta y tres metros de largo. La anchura, sin embargo, no solía medir más de cinco metros y dependía de las dimensiones de las vigas de madera que soportaban el techo. Éstas eran a su vez soportadas por dos filas de postes que recorrían la longitud del edificio y lo dividían longitudinalmente en tres secciones, que consistían en una nave central y dos naves laterales bastante más estrechas. Sin embargo, a veces los postes estaban encajados en los muros y éstos entonces soportaban los extremos de los pares del tejado. Esta última disposición proporcionaba un espacio interno ininterrumpido y predominaba hacia finales de la época vikinga. Las mansiones aristocráticas se habrían parecido probablemente a estos edificios rurales, sólo que habrían sido más amplias y más ricamente amuebladas. La longitud inmensa de la casa de Borg sugiere que fue la vivienda de un jefe. No se ha excavado ninguna mansión real con la posible excepción de los edificios en los fuertes reales del siglo X en Dinamarca.

En Dinamarca, los bosques de hoja caduca proporcionaban robles para construir el armazón de las casas y avellanos y sauces para tejer los paneles de mimbre que llenaban los espacios entre los postes verticales de los muros. Éstos se cubrían luego con una mezcla de arcilla y estiércol para que resistieran a la intemperie. Este tipo de relleno se conoce como zarzo y revestimiento. Los edificios en los fuertes reales tenían muros de madera sólida, pero éstos no se han descubierto aún en ningún establecimiento agrícola; requerían grandes cantidades de roble y probablemente estarían por encima de las posibilidades del granjero medio.

No hay muchos robles en Suecia y Noruega, salvo en el extremo meridional y por eso las maderas blandas, de coníferas, se usaban para la construcción. Éstas proveían largas y rectas maderas horizontales que se apilaban una sobre otra y tenían muescas en las esquinas para formar juntas sólidas. La longitud de cada edificio dependía de la de los troncos del árbol disponibles, y por eso estas casas consistían a menudo en series de habitaciones independientes juntadas por los extremos para formar un solo bloque. Sin embargo, a veces la granja consistía en varios edificios dispersos, cada uno con su propia función. Las maderas más bajas de los muros descansaban generalmente sobre una fila de piedras que formaban una solera y esto impedía que se pudriera la madera con el suelo mojado. La solera también pudo haber soportado un suelo de madera, que de este modo habría estado aislado y protegido de la descomposición. Las soleras de piedra son a menudo toda la prueba que queda de los edificios en un asentamiento rural.

Un extremo de las casas vivienda se usaba como granero para almacenar los cultivos o se tabicaba en cuadras para el ganado. Vivir bajo el mismo techo que los animales les proporcionaba una fuente de calor para los habitantes. Así también se aseguraban de que sus animales estaban a salvo de los ladrones de ganado, pues el ganado era una riqueza considerable. Los cuartos habitados de la casa tenían un hogar en medio del suelo para dar calor, luz y medio de cocina. No había chimeneas y el humo del hogar salía por claraboyas en el techo, que estaba cubierto de paja, tepe o tablillas de madera, según la disponibilidad de materiales locales. Había bancos a lo largo de las paredes. Generalmente eran un parte integrante de la estructura y consistían en lomas de tierra aplanadas y reforzadas con mimbre por delante. Había pocos muebles más y los bancos servían tanto de asiento como de cama. En ellos se hacían trabajos manuales sencillos, como hilar, tejer y hacer cestos, pero algunas granjas tenían edificios separados para las actividades particulares. En Saedding se ha encontrado, por ejemplo, una herrería y muchas granjas tendrían abastecimiento similar para hacer y reparar las herramientas esenciales. Las chozas de suelo hundido que son una característica de las aldeas danesas del período vikingo también pueden haber sido usadas como talleres para tejer, hacer cerámica primitiva y trabajos similares.

Los edificios de las ciudades no necesitaban espacio para almacenar el grano o guardar el ganado, por eso eran más pequeños que los de campo. Las mejores pruebas que tenemos de casas de ciudad provienen de Hedeby, donde las condiciones anegadas han conservado los cimientos y las partes más bajas de los muros de edificios de madera, e incluso el aguilón completo de una casa, de unos cinco metros de altura. Las casas de Hedeby eran rectangulares, de unos doce metros de largo y cinco de ancho. Los muros se hacían con postes verticales y relleno de zarzo y revestimiento y estaban afirmados en el exterior con postes inclinados. Había tres habitaciones; la mayor era la habitación central, que contenía el hogar y las más pequeñas, una a cada extremo, proveían espacio para el almacenamiento y zonas de trabajo para los comerciantes y artesanos de la ciudad que ocupaban esas casas.

Una de las casas de Hedeby contiene un horno en una de las habitaciones más pequeñas, pero los hornos no eran frecuentes en Escandinavia durante la época vikinga y el suministro de una cocina independiente es poco corriente. La mayor parte de la luz dentro de las casas provenía del fuego en la habitación central, posiblemente complementado con lámparas de aceite, pero un par de ventanucos habrían dejado entrar un poco de luz exterior. Unos bancos de tierra con madera por delante estaban colocados a lo largo de los muros junto al hogar; los suelos eran de tierra batida. Las sólidas puertas de madera de las casas podían cerrarse con llave.

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Mitología germano-nórdica (X)

2, julio, 2007 at 2:56 pm (Vikingos)

LAERADR: árbol que crece en el tejado del Walhalla; la cabra Heidrun y el ciervo Eikthyrnir se alimentan de sus hojas. Una miniatura de un manuscrito de la Edda, debida a Olaf Brunfjunsson (siglo XVIII), representa la escena. Este árbol debía de ser idéntico a Yggdrasill.

LANDVAETTR (plur. landvaettir): cf. Genios del Terruño.

LANGBARDR (Larga Barba): un sobrenombre de Odín que remite, tal vez, a la siguiente leyenda. Cuando los viniles tuvieron que combatir con los vándalos. Gambara, madre de los jefes Ibor y Agio se presentó ante Frea (Frigg), esposa de Guodan (Odín), y le suplicó que concediera la victoria a sus hijos. Frea le aconsejó lo siguiente: las mujeres de los viniles tenían que dejarse caer el cabello ante la cara, a modo de una barba, luego al amanecer, encontrarse con sus maridos en el lugar donde Guodan no dejaría de verlas al mirar por la ventana. Así lo hicieron. Cuando Guodan las vio, exclamó: «¿Quiénes son esa gente de larga barba?» Frea le sugirió que concediera la victoria a aquellos a quienes acababa de dar nombres. Los viniles vencieron y desde entonces se denominaron longobardos, es decir, Larga Barba.

LAUFEY: madre de Loki.

LAURIN: rey de los enanos. Vive en las montañas del Tirol, donde tiene una maravillosa rosaleda que saquean Dietrich von Bern (transposición épica y legendaria de Teodorico el Grande) y sus compañeros, Dietleid y Witege. Vencido por Dietrich, Laurin se salva sólo gracias a la intervención de Dietleid, a cuya hermana (llamada Kunhild o Sinhilt) ha raptado, e invita a los paladines a visitar su montaña hueca. Les hace entonces absorber un soporífero y les encierra en un calabozo. Gracias a la ayuda de Kunhild, éstos invierten la situación y llevan a Laurin hasta Ravena, donde es instruido en la fe cristiana. Laurin mide tres cuartas (69 cm.), su caballo tiene el tamaño de un corzo. El enano tiene un anillo y un cinturón mágicos, cada uno de ellos le procura la fuerza de doce hombres; posee también la capa mágica (Tarnkappe) que le vuelve invisible. Es el sobrino de Walberan, que reina sobre los enanos que habitan entre Judea y el Cáucaso.
En otro texto titulado La Guerra de la Wartburg se dice que Laurin es padre de Sinnels, otro rey de los enanos, a quien Dietrich habría seguido para no reaparecer nunca más, lo que recuerda la leyenda del rey Herla.

LIF (Vida): uno de los dos supervivientes del apocalipsis. El otro es Lifthrarsir. Ambos son padres de la nueva generación de hombres.

LIFTHRASIR (Vivaz): Lif y él sobreviven a la destrucción de la tierra durante el Ragnarök, pues se han refugiado en el bosque llamado Mimir del Tesoro, es decir, de hecho, Yggdrasill, a cuyo pie se halla la fuente de la ciencia, el «tesoro de Mimir». Se alimentan del rocío matinal. De ellos nacerán los hombres.

LITR (Color): nombre de un enano que aparece bruscamente en los funerales de Baldr; Thor, de una patada, lo arroja a la pira funeraria. Este curioso pasaje se aclara un poco cuando sabemos que los enanos mantienen estrechas relaciones con la muerte. Litr podría ser un psicopompo encargado de guiar al difunto hasta Hel, la diosa del otro mundo.

LODAZAL DEL SACRIFICIO (Blotkelda): durante los banquetes de sacrificio, se lanzaban algunos hombres a las marismas, algo que recuerda precisamente lo que Tácito afirma con respecto al culto de la diosa Nerthus: cuando los esclavos han bañado a la diosa en las aguas del lago, son engullidos. Ahora bien, los arqueólogos han descubierto en las turberas escandinavas y en Alemania del Norte hombres sacrificados de este modo, perfectamente conservados gracias al tanino de las arcillas azules.

LODURR: dios citado en una tríada, en compañía de Odín y de Hoenir. Nada se sabe de él, salvo que Odín es su amigo.

LOEDING: la primera de las tres ataduras con las que los dioses sujetan al lobo Fenrir. Se rompe, al igual que Dromi, la segunda; sólo Gleipnir, la última, resiste.

LOFN (La Dulce): una Asina a la que Odín y Frigg autorizan para que una a los hombres y a las mujeres cuyo matrimonio estaba antes prohibido.

LOGATHORE: en una fíbula del siglo VI o VIII, hallada en Nordendorf, una inscripción rúnica revela tres nombres de dioses: Logathore, Wodan y Wigithonar. Se ha pretendido asimilar Logathore a Lodur y a Loki, pero ninguna solución es satisfactoria y esta divinidad mantiene su misterio.

LOGI (Fuego): nombre de un gigante que es uno de los tres hijos de Fornjotr y, tal vez, la personificación del fuego que lo devora todo. Es el adversario de Loki en el siguiente relato. Thor se dirige a casa del gigante Utgardaloki, en Jötunheimr, acompañado por Loki, Thjalfi y Röksva. Utgardaloki les pregunta en qué prueba quieren tomar parte, y Loki alardea de comer más deprisa que nadie. El gigante llama a Logi, que devora la carne servida y los huesos, y la escudilla, cuando Loki sólo se ha comido la carne alrededor de los huesos. Loki es pues derrotado, pero el narrador precisa que lo ha sido por la magia de Utgardaloki, pues Logi no era otro que el fuego.

LOKI: sin duda el dios más complejo del panteón germánico. Es el padre de todos los enemigos de los dioses, provoca la muerte de Baldr e impide su regreso entre los Ases, da nefastos consejos, pero también ayuda a los dioses a salir de situaciones difíciles que él mismo ha provocado. Es hijo de Laufey, o de Nal y del gigante Farbauti; sus hermanos son Byleistr y Helblindi. Su esposa se llama Sigyn; tiene de ella un hijo, Nari o Narfi. Se acuesta con la giganta Angrboda, que le da tres hijos: el lobo Fenrir, la serpiente de Midgardr y Hel, la diosa de los infiernos. Tiene el don de convertirse en animal y en anciana. Es, sucesivamente, yegua, halcón, mosca y foca. Tiene mal carácter, es muy voluble en su conducta y las metáforas escáldicas (kenningar) le denominan «difamador de los dioses, instigador del asesinato de Baldr». Loki es de pequeño tamaño.
Es un ladrón redomado, rasgo que le aproxima a los enanos. Hurta las manzanas de juventud de Idunn, los cabellos de Sif, el collar de Freyja, los guantes de hierro de Thor y el anillo de Andvari. Es también un artesano y fabrica Rama perjudicial (Laevateinn) con la que puede matar al pájaro Vidofnir; es el inventor de la red de pesca. Los antiguos mitógrafos lo han convertido en hermano jurado de Odín.
Durante la batalla escatológica, Loki es el enemigo de los dioses. Pilota el barco que procede del Norte y lleva las tropas de Hel, los muertos malhechores, que se lanzarán al asalto de Asgardr. Loki mata a Heimdallr. Los eruditos creen que Loki procede de las creencias populares, que sería en su origen un espíritu maligno, un duende, un demonio. Es, en cualquier caso, un tipo de personaje muy conocido en las mitologías indoeuropeas, el del trickster, y G. Dumézil ha demostrado que tenía su par en el oseto Syrdon.
Muchos rasgos de Loki son sólo epifenómenos y el personaje es, ante todo, la encarnación del mal, es el espíritu malvado que impide al mundo ser feliz, el provocador de tumultos, el que siembra desorden y discordia, y se comprende que no haya dejado rastro alguno en la toponimia y la onomástica. El castigo por la muerte de Baldr está a la altura de su malignidad. Los Ases le capturan, le llevan a una gruta, toman tres piedras planas, las colocan de canto y hacen un agujero en cada una de ellas. Se apoderan entonces de los hijos de Loki, Vali y Narfi, convierten al primero en lobo, que despedaza a su hermano. Los Ases toman sus intestinos y atan a Loki en las piedras dispuestas para herir, y las ataduras se hacen de hierro. Skadi fija una víbora por encima de Loki, de modo que el veneno gotee sobre su rostro, pero Sigyn recoge la pócima en una copa. Cuando ésta está llena, va a vaciarla y el veneno cae sobre el rostro de Loki, que se retuerce y hace temblar la tierra. Y la cosa perdura hasta el Ragnarök.

LOPTR: uno de los nombres de Loki/Lopt, que significa «aire». Puede verse en ese nombre la transcripción del carácter inconstante e inaprensible del personaje.

LYFJABERG: (Monte de los Remedios): montaña custodiada por un gigante, donde reside Menglöd. Cualquier mujer que suba a ella quedará curada, aunque esté tullida o sea vieja. Los enfermos y heridos encuentran en ella consuelo.

LYNGVI: pequeña isla del lago Amsvartnir. Los Ases atraen hasta ella al lobo Fenrir y le atan. Fenrir sólo rompe sus cadenas en el Ragnarök.

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